Durante estas fechas son muchos los que hacen excesos en cuanto a la bebida y la comida. Es importante conocerse a uno mismo y ser responsable. En Guardian - Asens SL os queremos recomendar este artículo del diario El Mundo donde alerta de algunos de los peligros de las comilonas navideñas.
Los riesgos de la bebida
El alcohol, además, puede actuar como un importante escollo de la medicación de muchos pacientes crónicos, apunta Adalberto Serrano, médico de familia miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). "La ingesta de alcohol puede hacer que algunos fármacos que ayudan a proteger al paciente tengan menor efecto que el que habitualmente poseen", remarca. Por tanto, este especialista recomienda que, "si se ha de beber alcohol, se limite la toma a un vasito de vino y se huya de otras bebidas de mayor graduación", como licores o cócteles.
Tanto Serrano como González Juanatey coinciden en señalar que ni el alcohol ni otros excesos deben usarse en estas fechas como excusa para suspender temporalmente la medicación.
"Hay que seguir el tratamiento tal y como el médico ha indicado en la consulta y en ningún caso debe eliminarse o suplementarse la terapia a la mañana siguiente con la intención equivocada de contrarrestar las consecuencias del atracón, porque esto puede resultar peligroso", recuerdan.
Lo que sí resulta efectivo una vez que nos "hemos pasado de la raya", comenta Serrano, es tratar de equilibrar la situación generada con "comida más liviana, abundante ingesta de líquidos en forma de sopa o caldos y una ligera restricción de las calorías", además de potenciar el ejercicio en los días posteriores al exceso. Pasear en familia o aprovechar las compras propias de estos días para mantenerse activo son una buena opción a tener en cuenta para el tiempo libre, coinciden Serrano y González Juanatey.
Lee el artículo entero en las web de El Mundo
Los riesgos de la bebida
El alcohol, además, puede actuar como un importante escollo de la medicación de muchos pacientes crónicos, apunta Adalberto Serrano, médico de familia miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). "La ingesta de alcohol puede hacer que algunos fármacos que ayudan a proteger al paciente tengan menor efecto que el que habitualmente poseen", remarca. Por tanto, este especialista recomienda que, "si se ha de beber alcohol, se limite la toma a un vasito de vino y se huya de otras bebidas de mayor graduación", como licores o cócteles.
Tanto Serrano como González Juanatey coinciden en señalar que ni el alcohol ni otros excesos deben usarse en estas fechas como excusa para suspender temporalmente la medicación.
"Hay que seguir el tratamiento tal y como el médico ha indicado en la consulta y en ningún caso debe eliminarse o suplementarse la terapia a la mañana siguiente con la intención equivocada de contrarrestar las consecuencias del atracón, porque esto puede resultar peligroso", recuerdan.
Lo que sí resulta efectivo una vez que nos "hemos pasado de la raya", comenta Serrano, es tratar de equilibrar la situación generada con "comida más liviana, abundante ingesta de líquidos en forma de sopa o caldos y una ligera restricción de las calorías", además de potenciar el ejercicio en los días posteriores al exceso. Pasear en familia o aprovechar las compras propias de estos días para mantenerse activo son una buena opción a tener en cuenta para el tiempo libre, coinciden Serrano y González Juanatey.
Lee el artículo entero en las web de El Mundo